MicroRate analizó al detalle la cartera de 5 IMF supervisadas que representan 10% del total de cartera MYPE en Perú (aproximadamente USD14 mil millones).
El desafío crucial para las entidades financieras con cartera potencialmente más sensible es identificar cómo generar y promover mayor adaptación, resiliencia, control y gestión de prevención sobre las actividades económicas de sus clientes comparativamente más expuestos al cambio ambiental, como parte inherente de su gestión de riesgos.
En las mejores prácticas identificadas a nivel internacional hay un continuo seguimiento y sensibilización (vía capacitaciones) a los clientes sobre el cambio ambiental, tanto prestatarios como ahorristas. Así también, existe ya una cultura de gestión de riesgos climáticos dentro de la organización, como parte del Gobierno Corporativo y estrategia de la institución.
La cultura de prevención de riesgos está presente además para repasar hechos históricos y para identificar nuevas amenazas. En ese sentido, la revisión a los procesos de originación crediticia se han vuelto más dinámicos y mantendrán esta tendencia en la medida que coexista un grado de incertidumbre sobre el timing (cuándo ocurrirán), frecuencia y tamaño de impacto de los fenómenos naturales.